Esto es lo que yo llevo a rajatabla este 2023. Y así te lo cuento.
Este año decidí comprarme varias libretas. A mí todo eso me encanta. Las libretas, los bolis, las pegatinas, todo lo que signifique escribir y que sea bonito. Pero… nunca he sido constante.
Todos los años tengo mi libreta bonita de manifestación, escribo los primeros meses del año, pero luego ya lo suelto y lo dejo al universo. Tengo que decirte que esto no lo digo como algo que haya venido haciendo mal, al contrario, esta técnica me ha traído milagros y maravillas a mi vida. En serio. Y si quieres que te cuente, tengo taaaantos ejemplos, que te los cuento cuando quieras.
Pero este año todo es diferente y ya te lo he repetido un montón de veces, así que te este año me estoy creando un nuevo hábito y es el de dar las gracias cada día, antes de empezar a trabajar. Es una práctica distinta a la de la libreta de manifestación y esto ayuda a que lo de aquella libreta se cumpla antes. No hay que soltarlo, hay que sentirlo.
Tengo una libreta lindísima, que tiene detalles dorados (de oro y abundancia guiño) para escribir propósitos, agradecer y todo lo que me ayude a recordar cada día que estamos llenos de bendiciones. Que todos los días podemos recordar lo afortunados que somos por experimentar la vida, por experimentar la imperfección del mundo terrenal, por tener tantísimas oportunidades para crecer, para evolucionar, para aprender, para equivocarte y enmendar los errores. Y hasta para entender que lo que vemos como «errores» es lo correcto, lo adecuado, lo que nos ayuda a ser quienes somos.
Entonces, la libreta la tengo en mi escritorio y ahí la dejo cada día, al terminar de trabajar, para que sea lo primero que vea cuando me siente al día siguiente. Así no se me olvida. Que casi todos los días voy rápido para todo y de esta forma no se me pasa.
¿Qué ventajas tiene este hábito? La principal es que la gratitud es la energía que más cosas positivas atrae. Recuerda que atraemos lo que somos y si somos gratitud, energía positiva, amor, eso es lo que atraeremos.
Cuando damos gracias nos ponemos, sin darnos cuenta, en «modo abundancia» y eso es lo que atraemos. Le estamos diciendo al universo: «somos abundantes, usa esa energía para trabajar conmigo» y eso crea milagros en tu vida. Ni lo dudes, es una verdad como una catedral… oye y si lo dudas, no pasa nada, pruébalo y compruébalo. Y me lo cuentas luego.
¿Qué te parece? ¿Te he convencido para que tengas tu agenda de agradecimiento y empieces a crearte este hábito tú también? ¡Espero que sí! Así formaremos el Club de la Gratitud y podemos compartir nuestra razones para dar gracias.
Gracias por estar aquí y por leerme. Tú eres una de las razones por las que doy gracias cada día y espero que te quedes aquí conmigo mucho tiempo.
¡Hasta la próxima!